Ideario Lanteriano

Ideario Lanteriano

Ideario para las Escuelas Lanterianas

1- Introducción

Los Oblatos de la Virgen María, fundados por el Padre Bruno Lanteri, encontramos en la escuela -en cuanto espacio de transmisión y construcción crítica, sistemática y valorativa de la cultura- un campo privilegiado para intentar una acción pastoral capaz de concretar la promoción de los valores humanos y la inculturación de la Fe. Creemos en la acción educativa como un modo de seguir la inspiración carismática de nuestro Fundador en su empeño por lograr la síntesis entre Fe y vida y entre Fe y cultura. Queremos trabajar en la  formación de un laicado católico capaz de transformar la sociedad. Jesucristo, con sus enseñanzas, es nuestro centro y camino. María, Madre y Maestra: nuestra inspiradora y modelo  de realización cristiana.

 

2- Criterios Generales

2.1- El corazón de la educación cristiana es siempre la persona de Jesucristo. Todo lo que sucede en la escuela católica  debería conducir al encuentro del Cristo vivo.

2.2- La relación entre Evangelio y cultura supone el “encuentro” del mensaje cristiano con las culturas. Dios está presente en todas ellas  y lo testificamos reconociendo los valores que las caracterizan.

2.3- La acción evangelizadora se ejerce también por una decidida defensa y promoción del ser humano, quienquiera sea, y  de sus derechos inalienables.

2.4- Los cristianos -unidos con las personas de buena voluntad- somos responsables de la edificación de una sociedad fundada sobre la fraternidad, la dignidad humana y  la justicia para todos.

2.5- Los cristianos transmitimos la fe dando testimonio con amor, buscando coherencia entre nuestro decir y nuestro actuar.

2.6- Los paradigmas tradicionales ya no brindan todas las respuestas que necesitamos.  La institución escolar sufre, se siente desorientada y busca transformarse para dar mejores respuestas en este contexto de cambio[1]. Por ello, es importante reforzar nuestra identidad mirando al porvenir y cambiando aquellos esquemas de pensamiento que se muestran agotados. Una eficaz tarea educativa y evangelizadora debe tener en cuenta los códigos culturales  y desarrollar lenguajes significativos para las personas de hoy.

2.7- El fin último es vivir en un  modo de ser que se exprese en hermandad, servicio,  comunión y participación.

2.9- Asumimos y valoramos nuestra identidad y lo forjado a lo largo de estos años con aciertos y errores, pero procuramos ser dignos continuadores adaptándonos a los desafíos de este tiempo. Creemos necesario formar personas capaces de discernir los llamados del Señor en situaciones concretas de la historia.

 

3- Notas Distintivas del Ideario

Como comunidades lanterianas asumimos el compromiso de continuar con el legado del Padre Bruno Lanteri, impregnando la vida escolar con los valores del Evangelio, la Misericordia y Espiritualidad Mariana, sosteniendo los siguientes lineamientos distintivos:

3.1- Las familias son las primeras responsables de la educación integral de sus hijos y del acompañamiento a las propuestas de las instituciones.

3.2- La escuela, con convicciones cristianas,  acepta los desafíos del presente educando en la escucha, el diálogo y el respeto.

3.3- El personal que brinda servicios en la escuela educa y se educa relacionándose con un respeto mutuo más allá de los roles que ejerce.

3.4- Somos formadores de personas abiertas a la Verdad como seres libres, practicantes de la justicia y la solidaridad.

3.5- Los docentes son personas  comprometidos con la labor educativa cimentada en valores evangelizadores, partícipes de una cultura colaborativa que permita enriquecer su formación y favorezca la capacitación permanente.

3.6- Orientamos en las distintas disciplinas  académicas de manera que los estudiantes sean personas solidarias, alegres, generosas, misericordiosas, pacíficas y justas, capaces de transformar la sociedad en la que viven.  Formamos en un fuerte contenido en valores que  les permita armonizar esta visión cristiana con los avances científicos y tecnológicos por medio de una actitud de reflexión,  discernimiento y acción en pos de una sociedad más equitativa.

3.7- En el ámbito de la escuela debemos esforzarnos por formar y formarnos como personas capaces de encarnar el Evangelio en la cultura para vivir en consonancia con la solidaridad, la alegría, el compartir, el amor, la paz y la justicia.

3.8- Pretendemos que el alumno vivencie que:

3.8.1- La escuela es uno de sus ámbitos de pertenencia donde lo que aprende y el modo en que lo hace le sirve para la vida.

3.8.2- Con otros es más rico aprender y crecer a la vez que es reconocido como persona porque importa lo que dice, piensa y necesita y porque se respeta su intimidad.

3.8.3- La escuela les brinda la posibilidad de recibir y transmitir el Mensaje de Jesucristo y procura  que puedan integrar Fe-vida y Fe-cultura.

3.9- Aspiramos a que nuestras escuelas sean inclusivas e integradoras  respondiendo a los principios que sustentamos; que propicien estrategias creadoras de saberes y de la formación de  personas comprometidas en el trabajo y esfuerzo común para lograr una vida digna y plena de derechos para todos.

3.10- Pretendemos el aprender a conocernos, a hacer, a ser y a vivir juntos ofreciendo a los demás los dones que hemos recibido, pues siempre somos con otros.

3.11- Queremos brindar una educación evangelizadora,  en el orden al servicio a la comunidad, capacitando a nuestros alumnos en la apuesta  por el sentido de la vida, la esperanza, la solidaridad, la responsabilidad, la libertad,  la conciencia crítica, la creatividad, la interioridad.

3.12- Confiamos en que la Fe es el cimiento desde el cual se asume y se transmite la cultura, entendiendo por cultura el modo particular como, en cada pueblo, los hombres cultivan su relación con la naturaleza, entre sí mismos y con Dios de modo que puedan llegar a un nivel verdadera y plenamente humano.

 


ANEXO I

Contexto

Desafíos y Propósitos

La educación hoy enfrenta nuevos desafíos.

1- Nos encontramos interpelados por:

1.1- Una situación socio-cultural compleja en la que  la globalización suele promover el individualismo pragmático y un condicionamiento a intereses económicos con frecuencia distantes de una correcta concepción del bien común. Esto genera tensiones sociales y abusos de poder.

1.2- Una situación socio política en la que el acelerado avance de diversas formas de regresión autoritaria por vía democrática prevalece ante  una democracia participativa y promotora de los derechos y deberes humanos.

1.3- Un modelo de sociedad ya implantado en nuestra cultura, cuya centralidad está preponderantemente en la productividad, el  individualismo, el mercado. Modelo que suele traducirse en inequidades e injusticias.

1.4- El “reduccionismo valórico”. Es decir, la inclusión de factores contrarios a la vida. Expresión de ello son las múltiples formas de pobreza, de violencia, de sufrimiento, de discriminación, de marginación y de acciones restrictivas de las libertades fundamentales que crean una cultura del “descarte”.

1.5- Situaciones complejas que deben afrontar los niños, niñas y jóvenes, (abusos, embarazos no deseados, adicciones…).

1.6- Cuestiones referidas a la diversidad de géneros y estructuras familiares diversas.

1.7- Las nuevas tecnologías que, mal usadas, pueden llegar a vulnerar la esencia humana así como exacerbar el individualismo.

1.8- Ciertas reformas o propuestas  educativas ajenas al mensaje cristiano que conciben a la educación  en función de la producción, la competitividad y el mercado; reformas en las que se confunde formalidad con rigidez y se cierran las puertas al diálogo. Estas reformas son claramente un reduccionismo antropológico, pues no consideran al hombre en todas sus dimensiones.

1.9- El distanciamiento entre el camino que Jesús nos llama a recorrer y el proceder en la vida concreta, la escasa actitud pastoral ante situaciones difíciles y  una catequesis empobrecida, más preocupada por enseñar contenido que por transmitir la Palabra.

1.10- La ruptura del pacto educativo entre la escuela, la familia y los estudiantes. Las diversas y múltiples  dificultades que presentan los alumnos  conlleva a una pérdida de la especificidad de la escuela y puede  transformarla en asistencialista.

 

2- Ante estas interpelaciones nos proponemos:

2.1- Ofrecer desde el  ámbito educativo una respuesta a la búsqueda del sentido de la vida pues, aun viviendo distintas circunstancias,  esa búsqueda  es inherente al ser humano.

2.2- Infundir aliento y esperanza y acompañar los problemas de la existencia sin discriminar.

2.3- Ofrecer un tratamiento institucional y curricular que contemple la complejidad familiar, social y personal, y permita contener y evitar la  banalización de estas problemáticas.

2.4- Considerar el educar como medio para la adquisición de valores y verdades por descubrir.

2.5- Conducir al encuentro con Jesucristo vivo, Maestro y Pastor misericordioso, esperanza, camino , verdad y vida

2.6- Humanizar la educación frente a un individualismo que nos hace culturalmente estériles.

2.7- Educar con horizontes abiertos, sin hacer proselitismo, a niños y jóvenes en toda la realidad, incluida la trascendencia.

2.8- Fomentar la cultura del diálogo y del encuentro para contribuir a alcanzar una auténtica fraternidad humana contemplando la necesidad de escucha de niños y jóvenes.

2.9- Brindar una educación que atienda, desde una mirada cristiana y sin prejuicios, las distintas situaciones que afectan a niños y jóvenes.

2.10- Promover una conciencia ética y política orientada al bien común brindando un mensaje en diálogo con la cultura y una espiritualidad encarnada, sencilla y sensible al sufrimiento humano.

2.11- Recomponer el pacto entre escuela y familia cultivando y  alimentando siempre la confianza mutua.

2.12- Ser capaces de afrontar, necesariamente en un trabajo conjunto, los nuevos desafíos que plantea la cultura contemporánea, la sociedad, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías.

2.13- Educar en contenidos, hábitos y valores en “movimiento”. Fomentar una actitud crítica frente a la realidad circundante, que invite a los estudiantes a tomar decisiones para transformar positivamente el mundo.

 


ANEXO II

Nuestra Comunidad

Entre Todos Un Nosotros

Forman nuestra comunidad: los alumnos, las familias, todo el personal de la escuela (auxiliares, docentes, administrativos, sacerdotes) y, en un sentido más amplio, el barrio donde se encuentra inserta la institución.

1- Alumnos

Se espera que el alumno del Instituto manifieste cada vez con mayor espontaneidad:

1.1- La capacidad de tomar decisiones libres, autónomas y responsables. Asumir así el ejercicio de su libertad basado en sus motivaciones, convicciones y limitaciones. Considerando la libertad no como un fin en sí misma, sino como la capacidad de disponer de sí para compartir con los demás la misión y a la vez el mandato existencial: el amor.

1.2- Una presencia consciente frente a los datos de la realidad. Esto supone el cultivo de la observación y la interpretación crítica de la realidad y de los signos de los tiempos. De este modo podrá brindarse al prójimo por convicción y desarrollar una actitud comprometida con su entorno y  concebir el cuidado del medio ambiente y sus recursos como un derecho humano.

1.3- Un compromiso cristiano en su opción de vida en cuanto a principios, valores y actitudes. Para los alumnos bautizados supone el vivir de acuerdo a las exigencias del propio bautismo. Para aquellos no bautizados o no creyentes, la posibilidad de recibir una educación basada en los valores cristianos y la opción de un camino abierto a la trascendencia que nace de la propuesta y no de la imposición.

1.4- Un desenvolvimiento personal  eficiente y eficaz. Esto implica el dominio apropiado de conocimientos, habilidades y aptitudes para el logro de su formación integral. Asumirá el trabajo digno como un derecho y medio de humanización, pues mediante el mismo el hombre construye comunidad e incrementa el bien común.

1.5- La expresión  del amor en sus relaciones interpersonales. Indica cómo ha ido encontrando y aceptando su identidad personal, abriéndose y dándose en su capacidad de amar y ser amado y, por lo tanto, de aceptar al otro como persona.

1.6- La valoración y cuidado de su cuerpo. Implica respeto, dignidad, conciencia de éste como presencia personal en el mundo y como vínculo de comunión con los demás, sabiendo que recibirá la escucha y el acompañamiento  ante problemáticas relativas a su orientación sexual. Comprenderá que la sexualidad es un aspecto esencial de la persona, un modo propio de ser,  de comunicarse con los otros, de sentir, manifestar y vivir el amor humano. En la sexualidad se expresan las dimensiones que constituyen a la persona: biológica, psicológica, cultural, ética y espiritual y supone la capacidad para discernir y decidir sobre sí mismo.

1.7- Un compromiso solidario y comunitario en búsqueda de una sociedad más justa. Lo que le permitirá interiorizar y vivir el ser persona para los demás en dimensión de servicio; ser consciente de la importancia de descubrir las necesidades de los más cercanos (padres, hermanos, compañeros, amigos…) como signo de un amor generoso y abierto a todos los hombres y, por lo tanto, extender este ejercicio de las virtudes sociales que ofrece el ámbito familiar y escolar  a otros ámbitos, sin quedarse en meras especulaciones sobre necesidades sociales.

 

2- Familias

Los Responsables Legales de los menores que asisten a la institución, conscientes de su derecho y su deber de educar integralmente a los niños/as y adolescentes que tienen a su cargo, son los primeros y principales educadores y siguiendo su propia opción vital eligen integrar junto a ellos y docentes esta comunidad, siendo corresponsables de la educación. Constituyen así a la célula básica de toda sociedad: la familia; entendiendo a ésta como un grupo de personas que unidos por el amor y el respeto, llevan adelante un plan de vida común, en el que priman los valores y principios necesarios para construir una comunidad más justa, equitativa e igualitaria.

Consideramos necesario que la escuela:

2.1- Busque espacios de reflexión sobre los estilos de relación que establecemos  con las familias, explicitar temores y esperanzas al respecto.

2.2- Cree espacios de encuentros, colaboración o celebración.

2.3- Brinde  a las familias participación al interior de la sala de clases.

2.4- Abra espacios de conversación a nivel de curso con orientadores, y/o profesionales sobre temas (transversales) que preocupan a  las  familias.

2.5- Brinde espacios de entrevistas personales-

2.6- Propicie espacios de diálogo intergeneracional “entre los que llevarán adelante la historia y los que transmiten la experiencia y sabiduría de su vida

 

3- Personal de la escuela

Cada uno desde su tarea educa y se educa. Entre las personas que conformamos el colegio debe procurarse un clima de respeto mutuo y colaboración con una comunicación amable y cordial. Las responsabilidades son distintas pero se complementan pues  el objetivo es el mismo: el bienestar de todos para llevar a cabo su trabajo brindando al alumno un ambiente respetuoso, agradable y cuidado. Todos deben sentirse respetados y valorados en su tarea. El accionar de todos estará siempre presidido por el respeto a las personas y procurando un clima de alegría que acompaña al trabajo bien hecho y la búsqueda del bien.

 

4- Docentes

4.1- La escuela de este siglo es una institución con nuevos alumnos, sujetos activos del aprendizaje, diferentes en muchos aspectos a los que poblaron sus aulas hasta el momento. Es necesario que los educadores asuman que no solamente están en un escenario distinto, sino con actores distintos que construyen el aprendizaje en relación con sus pares y con docentes que facilitan y se constituyen en mediadores del proceso.

4.2- El acceso justo y equitativo a la educación no se satisface simplemente con la divulgación del conocimiento científico. El saber no se transmite, sino que se construye; y esa construcción es mediada por una labor evangelizadora que encabezan los docentes, puesto que son coprotagonistas con los estudiantes del proceso de enseñanza y de aprendizaje.

4.3- El compromiso de los docentes con la educación debe renovarse día a día, con una formación permanente, atendiendo a las demandas que surgen del contexto y que interpelan a los estudiantes dentro y fuera de la escuela, pues la tarea evangelizadora no debe hallar límites en los muros que rodean el aula.

4.4- Los educadores son personas portadoras de un mensaje; personas de perspectivas y horizontes amplios; mediadores entre el saber y la reflexión para la construcción de un conocimiento que sea compartido. Con capacidad de trabajar en aulas heterogéneas y respetar los tiempos de los alumnos.

4.5- Los educadores deben autopercibirse expertos en un campo, pero legos en tantos otros, entendiendo así a la educación como un proceso en el que se construyen conocimientos nuevos a partir de las diferentes miradas que aportan los distintos miembros de la comunidad educativa.

4.6- El optimismo (alegría con esperanza) es una de las principales virtudes de los educadores, puesto que los acompaña la convicción de que su mensaje y su mediación con el conocimiento son precursores de un cambio significativo, un salir de sí mismos para la sociedad en su conjunto. Garantizan, con el ejercicio responsable de su profesión, un campo de acción en el que la democratización de los distintos saberes disciplinares permite un efectivo ejercicio del derecho a la educación, a partir del reconocimiento de cada educando como un sujeto de derecho.

4.7- El diálogo y la escucha atenta y comprometida son las bases fundamentales que sostienen los vínculos que se generan entre todos los miembros de nuestra comunidad. Los modos de decir y de hacer que habitan la institución deben ser construidos desde la contención y la comprensión, atendiendo a la diversidad, valorando las diferencias y respetando al prójimo por su condición de ser humano.

4.8- El docente debe complementarse con sus pares y, con la orientación de los directivos, trabajar en equipo.

4.9- Los directivos son signo de comunión y equipo animador de la Comunidad Educativa. Conscientes de que la eficacia de su labor depende en gran medida de su espíritu de servicio deben preocuparse por orientar, coordinar, animar y dirigir toda la comunidad educativa. Deben buscar el bien de todos, limando asperezas y motivando a todos para que concurran eficazmente a la realización de los objetivos de la escuela. Las formas de comunicación que establecen se relacionan con su capacidad de escuchar, proponer y tomar decisiones. La conducción no se asocia con un estilo autoritario, sino con su capacidad de convocatoria y de ejercer la normatividad cuando las circunstancias lo requieran. Son exigibles un mínimo de cualidades personales de competencia, actitudes, ilusión profesional e interés por mejorar de continuo la propia formación, junto a la madurez y el equilibrio emocional indispensables para quien debe orientar a los otros. Por otra parte, como en cualquier relación personal, es necesaria la delicadeza en el trato, el cuidado en el modo de expresarse…y todas aquellas cualidades que reflejan un “tono humano” que propicia un clima de confianza mutua.

 

5- Apoderados legales, Consagrados/as y Presbíteros

5.1- Apoderados Legales

El Rector Provincial es el Representante legal de la Congregación de los Oblatos de la Virgen María en Argentina. El designa Apoderados legales en los Establecimientos Educativos de la Congregación y delega en ellos determinadas funciones de acuerdo con el Reglamento Interno de la Congregación referido a los Representantes legales cuyos aspectos técnico-legales no son objeto de este Ideario.

Los Apoderados legales, solidariamente, tienen por misión lograr que la escuela sea un lugar privilegiado de evangelización.

Ejercen sus funciones en nombre de la Congregación y según el mandato de designación.

Corresponde a los Apoderados legales, en función de los principios que sustentan el presente Ideario, articular desde lo organizativo-operacional las dimensiones Pedagógicas, Pastorales, Administrativas y Comunitarias.

 

5.2- Consagrados/as y Presbíteros

La Congregación de los Oblatos de la Virgen María en Argentina asumen la responsabilidad de las escuelas en coherencia con una lectura carismática del Concilio Vaticano II y por un particular llamado del Episcopado Argentino.

Los presbíteros y consagrados/as que se desempeñan pastoralmente en la Escuela asumen su misión, cada uno según su peculiaridad, especialmente  desde el acompañamiento a los educadores en todos sus niveles, de modo que promuevan la síntesis entre fe, cultura y vida.

Por medio del ministerio de la Palabra presentan la Persona de Jesús, facilitan el encuentro con Él de modo que todos puedan libremente seguirlo, encontrar vida en Él y testimoniarlo tanto en su tarea docente como en la vida misma.

Acompañan con la cercanía, la escucha, la palabra y la reconciliación al personal docente y no docente, alumnos y familias particularmente en las situaciones difíciles que la vida presenta.

Con su presencia pastoral, cuidan la comunidad y se esfuerzan para que el amor entre los hermanos y compañeros de trabajo no se destruya (p. Bruno Lanteri).


 

Observaciones y Aclaraciones

  • El ideario  consta de un cuerpo principal y dos anexos. Se sugiere una revisión de la primera parte a los diez años y de los anexos a los cuatro años de ser comunicado
  • Se entiende el ideario como un marco de referencia que se instala en cada institución a partir del Proyecto Educativo donde se hace explícita la visión, la misión y la organización en base al ideario y a la realidad de cada ámbito institucional. La apertura a la diversidad siempre es desde una clara identidad.
  • Consideramos necesario que el ideario se viva, se haga carne en cada Escuela.
  • El ideario expresa nuestros principios, nuestro compromiso y lo que ofrecemos, dejando en claro los valores que predicamos. Expresa nuestro modo de ser y de hacer.
  • Para que el ideario  sea un documento vivo debe ser comunicado eficazmente y socializado.
  • El ideario es un itinerario, un recorrido día a día con humildad y convicciones; por eso es cimiento y futuro. Está dirigido a personas concretas con problemáticas concretas a quienes intentamos dar respuestas desde lo pastoral-educativo convencidos de que ambos aspectos se complementan y no se contraponen.